Las pequeñas tiendas rosas de Google parecen todo menos un centro de tecnología y, a veces, confunden incluso a su público. Pero dentro de ellas, se encuentran varias sorpresas que alegran a todos. Y es que cada cliente tiene la oportunidad de hacer una pregunta al nuevo Home Mini y llevarse un caja que esconde un Home Mini o un Donut. Todos ganan algo.
Además, la tienda tiene una habitación de chispitas en la que las personas pueden bailar y saltar alrededor de una lluvia de confeti.