Certezas 2.0

Miércoles, 22 de febrero 2012

"Una de esas llamadas certezas que más me preocupa, es la de la diversión", escribe Marta Rodríguez en su nueva columna

No recuerdo el día de mi juventud en el que conocía a Erich Fromm, pero sin duda alguna, puedo decir hoy que ha sido uno -de los tantos!- descubrimientos más importantes en mi vida, que me ha marcado y me ha ayudado a reflexionar. Hoy en día, sigo buscando sus obras, escritos, conferencias… sigue acompañándome en cada etapa nueva de mi vida, sacudiendo mi mente, y muchas veces, mi espíritu.

 

Recuerdo un fragmento de una de sus conferencias del siglo pasado, que aún me hace reflexionar atentamente, en donde decía que “ Las ciencias físicas, son hoy las mas adelantadas: todos creen que la ciencia es igual a certeza total: no se puede soportar la incertidumbre y para muchos la ciencia se ha convertido en la nueva religión, una nueva certeza sobre las cosas de la vida: el hombre medio se ha convertido en un consumidor de ciencia: espera que el científico lo sepa todo: sírvase usted de números y métodos estadísticos y sus datos serán científicos”.. Terriblemente actual, no? Cuántas cosas leemos en redes sociales sobre estadísticas en gustos, sobre nuevas verdades que no dan lugar a la reflexión para ponerlas en duda… ¡Cómo marca la ciencia y la estadística las pautas de lo teóricamente verdadero cada día!.

 

Una de esas llamadas  certezas que más me preocupa, es la de la diversión. ¿Os acordáis del “No dejes para mañana la diversión que puedas tener hoy” de Huxley? A mí, personalmente me parece terrorífico. Parece que siempre estamos ocupados trabajando, o divirtiéndonos. Somos una máquina de deseos y satisfacciones y trabajamos para cumplir esos deseos que estimulan y mueven la máquina de trabajo.

 

En esa misma conferencia, Fromm hablaba de cómo el “esperar diversiones parece que es el único incentivo que compensa la rutina del trabajo” y de verdad, creo que no nos damos cuenta que este ocio está manejado de la misma manera que la jornada laboral. Certeza 2.0: la gente quiere diversiones y emociones. Y digo yo: ¿No deberíamos estar buscando más alegría, o dicho para mí con otras palabras –que es en lo que para mí consiste- no deberíamos buscar más felicidad?

 

Leía con escalofríos un artículo en Forbes “Do We Need a Ministry of Truth for the Internet?”. Evidentemente, en esta espiral de “certezas” científicas y estadísticas-para-todo, no me parece tan extraño que pudiera determinarse una figura que hiciera el papel de Ministerio de La verdad, basando su trabajo en estas certezas y estadísticas globales y generales.  El problema aquí sería otro: ¿Quién decide estas verdades?.. sin duda alguna, muchos nos ponemos a temblar, bien porque haya alguien que juegue ese papel, tanto como que esté basado el papel en las certezas generales y más abundantes.

 

Espero que mis ojos no lleguen a ver esta figura, aunque mis ojos tengan, día a día, que preocuparse ante tanta “certeza” científica 2.0 y analógica. Dentro de mi lista de voluntades, en los primeros puestos está el que mi primera etapa consista en comprender mi gran ignorancia, ya que posiblemente nunca llegaré a tener certezas en muchas cosas, pero la vergüenza de mi ignorancia desaparecerá, a medida que me sienta pensar y reflexionar.

 

Por mi parte, sólo me queda añadir, que con cada certeza que leo, más me reafirmo en el “solo sé que no se nada” socrático. Y hablando del mundo 2.0 mucho menos aún.

 

Marta Rodríguez Aineto

@MartaRodriguezA


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