Gladys Palmera, rebelión en las ondas

Gladys Palmera, rebelión en las ondas
Jueves, 11 de abril 2013

La emisora online Gladys Palmera ha cambiado mucho, resultado de alguna fusión, para servir de modelo de contenidos de calidad y presentadores con vocación de prescriptores.

Una tarde de febrero nos reunimos con Tomás García de la Plaza y Lino Portela. Estos dos nombres se unieron antes de la burbuja de las punto com, en un proyecto musical llamado Ritmic, puesto en marcha por Eresmas. “Yo estuve muchos años viviendo en Inglaterra –nos explica Tomás– y cuando volví a España estuve trabajando en televisión y de ahí me marché a Internet. En aquella época, a finales de los noventa, había mucha pasta y pocas preocupaciones. El proyecto Ritmic, una página de música, lo montó Eresmas y tenía un presupuesto anual de mil millones de pesetas. ¡Trajeron a U2 y todo! Pero con la burbuja se redujo a 17 millones”.

Por su parte, Lino Portela es un nombre propio del periodismo musical de nuestro país, con textos elaborados para El País y Rolling Stone –entre otros–, pero siempre creando polémica y conversación con un ingrediente cada vez más escaso en muchos medios radiofónicos del establishment: el humor y la irreverencia amistosa. Tal y como nos cuenta el propio Portela, “el capo de todo esto es Antonio Martínez, que trabajó en la Cadena Ser durante 25 años como realizador del programa de cine ‘Lo que yo te diga’ y un interesante blog de cine. Compartíamos la pasión por la música con él y nos metimos en un proyecto que atrajo a otros interesantes perfiles, como Mauro Canut y su hermano Nacho, quienes se volcaron en la apuesta de una manera desinteresada. En la etapa de Microsoft nos propusieron oficializar esta plataforma amateur”.

Una vez recibido el apoyo comercial de Heineken, se pusieron manos a la obra con cinco programas. Una vez terminada la etapa en Microsoft, el proyecto radiofónico decidió continuar con esta emisora de podcasts tan especial y surgió lo que hoy conocemos como Gladys Palmera, resultado de la fusión con la emisora homónima. El proyecto suma los programas de dos emisoras y nos da la “oportunidad de contar con especialistas prescriptores del mundo de la música –nos cuenta Portela– en un lugar que desprende ilusión y libertad”. Y, sobre todo, hablamos de un estilo de entretenimiento que viene a cubrir huecos desprovistos en un panorama radiofónico que no lanzaba una oferta excesiva en determinados márgenes musicales más allá de la radio fórmula. “Ni había posibilidad de elección ni la gente se preocupaba por ello –afirma Portela–; es decir, mucha gente que veía remoto que le fichase Radio 3 nos presentaba una propuesta. Y de repente nos dimos cuenta de que teníamos los medios para hacer el programa que quisiéramos. Pero no hemos inventado nada, simplemente hemos otorgado un poquito de transgresión a la parrilla”.

Y es que el programa que hace Portela con Mauro Canut es buen ejemplo de ello, ya que es capaz de entrevistar desde Falete a Leonor Watling teniendo como faro de inspiración a Julio Iglesias. Hablando claro, y tal como reconocen nuestros entrevistados, hace veinte años la única forma que tenías de enterarte de lo último en el mundo del pop y del rock era escuchando Radio 3, y cuando surgió Internet y más tarde las redes sociales, a través de las que puede visitar cualquier portal especializado en música, tanto nacional como internacional, “deja de ser necesario una emisora de radio tradicional. La gente no quiere esperar a escuchar un programa a las diez de la noche, lo quiere disfrutar cuando le apetece y donde le apetece”, reconoce Tomás.

Lo que fue una puesta novedosa se ha convertido en un fuerte contenido viral, y es cierto que poco a poco, “aunque no somos una competencia directa con las emisoras tradicionales estrictamente dicho, si aparecemos en el mapa de referencias radiofónicas de medios especializados y de un público cada vez mayor. Ten en cuenta que ofrecemos programas de calidad y que entre nuestras filas están reconocidos profesionales de la prensa musical como los veteranos Diego Manrique y Jesús Ordovás,  además de músicos y celebrities del panorama musical nuestro país”.

Desde el 1 de octubre hasta febrero se han servido 260.000 escuchas en SoundCloud, lo que supone unos 2000 oyentes diarios diferentes al día. Los streamings se llevan a cabo desde diferentes sitios, ya sea SoundCloud, redes sociales… logrando una audiencia de 60.000 escuchantes mensuales y con una buena perspectiva de cara a futuro, si observamos la rapidez de difusión de los contenidos de Gladys Palmera a través de redes sociales. “Creemos que cuando la gente vaya descubriendo nuestra oferta de contenidos, que reconocemos que es muy ecléctica, el efecto viral se va a multiplicar”, añade Portela.

 

Radio online

 

Y ese eclecticismo es un arma de doble filo, de tal manera que la creación de perfiles diferentes para cada una de las apuestas de la emisora ha sido una clara necesidad de cara a la promoción digital. La libertad es un rasgo clave en la buena recepción de Gladys palmera, que aparece en una época en la que “cualquier web pequeña ha de tener un volumen grandísimo de visitas para pagar un par de sueldos. En una tarta copada por Google, Prisa, Microsoft, Unidad Editorial y Vocento nos queda una alternativa: el vídeo, que se paga mucho mejor. Hay que hablar con los clientes para ofrecer algo más allá del banner o del robapáginas”, afirma Tomás, una asignatura cuyo examen seguro se presenta en un futuro  a corto plazo en la emisora, en la que están estudiando determinadamente el perfil del público de cada programa y qué marcas se pueden encontrar a gusto en cada uno de los espacios.

En compañía de Portela, responsable de comunicación de la emisora en Madrid, siempre queda espacio para el humor y para lo visceral y natural. Solo hay que detenerse en una parte de la promoción de su programa ‘Portela de noche’, cuyo perfil en Instagram ofrece imágenes elevadas de tono en ocasiones, y más rocambolescas en otras, con los famosos invitados que acuden a su programa. “La idea surgió de manera natural. Nunca he estudiado marketing, pero sí pensaba que algo transgresor llamaría la atención, y así ocurrió. Mucha gente dice que cuando quieres que algo sea viral no tienes que hacer algo viral, y algo parecido nos ocurrió a nosotros con esta promoción en Instagram. Es ya una tradición y, a veces, temo que la gente se quede con la foto y que no escuche el programa (risas)”.

Y, he aquí, un miedo lógico en la emisora: que sean las marcas quienes en un futuro próximo ofrezcan su apoyo a los contenidos, pero quieran recortar las libertades, “algo que yo he vivido muy de cerca en anteriores etapas profesionales. No queremos prostituirnos por cualquier proyecto, no vamos a permitir algo así. Con que encontremos cuatro o cinco firmas que estén a gusto con nosotros nos basta, y te aseguramos que van a encontrar un tratamiento personalizado e individualizado para cada uno de ellos”.

Se abre, de esta manera, un interesantísimo episodio radiofónico digital que, desde este humilde medio, esperamos que dure en el tiempo.  

 


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