Todo el problema surgió a raíz de la construcción por parte de Facebook de un centro de almacenamiento de datos en Oregon, Estados Unidos. Un gigantesco edificio con la tecnología más puntera que funciona a base de energía procedente de una central termoeléctrica que se alimenta de la quema de carbón. La organización ecologista Greenpeace no tardó en hacerse eco de esta iniciativa y se puso manos a la obra. Con la intención de instar a la red social a utilizar y promover el consumo de energías limpias y renovables, Greenpeace lanzó una campaña viral a modo de cómic infantil que no deja en muy buen lugar a Facebook y su fundador (la caricatura de Zuckerberg no tiene precio). Si quieres unirte a la causa y hacer que la popular red social opte por medidas más ecológicas en su nuevo centro de almacenamiento pincha aquí.
Fuente: ecoticias.com