La venganza es un plato que sirve frío. En una original campaña online un millonario griego decide robar el reloj del Big Ben para protegerlo del exceso de contaminación de la capital británica. Y es que, desde hace más de dos siglos, el Museo Británico alberga en sus salas importantes esculturas de la antigüedad clásica griega (el friso del Partenón, incluído). Durante mucho tiempo las autoridades británicas esgrimieron el -un tanto insultante- argumento de que los griegos carecían de un espacio museístico con las condiciones necesarias para la perfecta conservación de las piezas arqueológicas en su poder. Hoy, el gobierno griego ha finalizado la construcción del modernísimo y equipadísimo Museo Nueva Acrópolis, dejando así sin excusa alguna al Museo Británico para acceder a la devolución de las esculturas en cuestión.
Para participar en la campaña interactiva lanzada por la organización Bring Them Back tan sólo hay que acceder a la página bringthemback.org para registrarse y escribir un mensaje de adhesión a la causa. Si se logran 1.000.000 participaciones el tema puede ser llevado al Parlamento Europeo (en el momento de redactar esta noticia, ya iban 79.427 usuarios registrados).
Fuente: briefblog.com
