La revista mensual CNR no plagió a ninguna otra publicación presente en el mercado, según se desprende de la sentencia dictada el pasado día 5 por la 18ª Sección de la Audiencia Provincial de Madrid, que ha desestimado la demanda presentada por Hachette Filipacchi, S.A., al que pertenece la revista Quo, contra Ediciones Reunidas, S.A., editora de CNR, por un acto de competencia desleal que creaba "confusionismo y riesgo de asociación en los consumidores finales" entre ambas publicaciones.
La sentencia que desestima la demanda presentada contra Ediciones Reunidas, S.A. remite a los artículos 6 y 11 de la ley de Competencia Desleal, "que permite la libre imitabilidad de productos", y descarta la confusión entre CNR y Quo "cuando, al no ocultar el nombre indicativo de cada revista, las mismas se identifican de forma plena, individualmente y, desde luego, en ningún caso cabe el equívoco sobre la empresa editora". "No cabe apreciar -concluye la sentencia- que exista confusión en el consumidor final que le lleve a equívoco al adquirir una y otra, puesto que, como en otras revistas de otras ramas de prensa, será a la postre elegida aquella que su portada refleja reportajes y contenidos más interesantes para el lector".
