No por obvia, la reflexión deja de ser espeluznante: mil millones de personas pasan hambre en el mundo y parece como si necesitáramos que nos lo recordaran constantemente para hacer algo al respecto, aunque tan solo sea conmovernos. Nos hemos vuelto inmunes a un hecho absolutamente desgarrador y acciones como la última campaña viral de la FAO quieren hacernos cabrear, gritar y patalear ante una injusticia brutal a la que no podemos, no debemos, acostumbrarnos. Jeremy Irons ha sido el primero en manifestar su monumental cabreo, pero le seguirán más caras conocidas...
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