Chema Cuesta, director creativo de BTOB
1. Oxigénate. Sal de la agencia a una hora razonable (cuando puedas). Observa lo que pasa a tu alrededor y habla con gente que no sea del sector. Escúchales y aprende. La inspiración surge de lo que vivimos.
2. Tener poco tiempo. El ser humano despierta cuando le pasa algo grave. Te deja tu novia y comienzas a llamar a tus ex. Se muere alguien cercano y te acuerdas más de los que quedan. Te echan del trabajo y piensas en un plan B. Somos así. Si tienes poco tiempo para pensar (dentro de unos límites) tu mente optimizará el tiempo.
3. Motivación. Lo ves cuando un creativo está tan motivado con un proyecto que ante cualquier pequeño cambio del cliente salta como un Rottweiler. El proyecto lo hace suyo. Y para potenciar esto es fundamental el ambiente que genere la agencia con sus equipos.
Susana Pérez, directora creativa ejecutiva de Proximity Madrid
1. Pasear. Es fundamental y no lo fomentamos en las agencias. El movimiento ayuda a tener más y mejores ideas. Para mi es fundamental -después de informarme, documentarme y alimentar el lado más racional del cerebro- pasear para que las ideas se mezclen solas. Incluso hago juegos de asociaciones entre lo que estoy pensando y lo que me encuentro por el camino.
2. Desaprender. Pierde el miedo a equivocarte. Atrévete a pensar como un niño y juega a hacer asociaciones imposibles; es el “binomio fantástico”.
3. El momento eureka existe. Cuando lo notas en la barriga, probablemente estás llegando a lo que buscabas. Normalmente las ideas más interesantes serán las últimas, por la presión del tiempo y por el trabajo que hay detrás. No sólo se trata de inspiración, también se trata de trabajar duro.
4. No pienses en el éxito. Olvídate de la finalidad, disfruta del proceso. La clave para conseguir un caso de éxito es librarnos de la obsesión de conseguir un éxito. Si nos obsesionamos no lo conseguiremos porque habremos dedicado nuestra energía a triunfar y no al trabajo que tenemos entre manos.
5. Cuando encuentres una buena idea, tírala a la basura. Lo bueno es enemigo de lo genial. Lo bueno hace que te sientas tranquilo, que pienses que por fin has encontrado lo que buscabas, pero no: es un espejismo. Si te quedas con una buena idea es probable que el resultado final sea mediocre. Ahora bien, si tiendes a la excelencia, quizás llegues a algo bueno.
Juan Fran Vaquero, director creativo de Arroba
1. ¡No salgas de casa sin una libreta para apuntar todo lo que se te pase por la cabeza!
2. Equivócate a lo grande. Las ideas no surgen sin más, arriésgate y sal de tu zona de confort de una vez por todas.
3. Sé tú mism@. A menos que puedas ser Batman. En ese caso... sé Batman.
4. No sumes, resta. ¡Menos siemmmmpre es más!
5. Diviértete.
