Los nuevos consumidores consideran que el tiempo es un lujo para ellos y, por eso, valoran positivamente cualquier cosa que les permite ahorrar tiempo en su día a día. Si hay algo que sabemos sobre el comportamiento del consumidor en el entorno online es que la capacidad de atención del comprador promedio se está mo-viendo rápidamente a cero. Tener que dar pasos adicionales o tener que esperar para realizar la compra son factores que pueden llevar al consumidor a decidir que comprar en Amazon Prime es simplemente más fácil. De hecho, el 53% de los usuarios móviles abandonan una compra si un sitio web tarda más de 3 segundos en cargarse (fuente: Google, 2017). Esto pone de relieve la inmensa presión que tienen las marcas para ofrecer experiencias de comercio electrónico sin interrupciones y ágiles. Pero si hay una aplicación que tiene al consumidor en el centro de atención y, por tanto, puede conseguirlo, es Instagram.
Los sitios tradicionales de comercio electrónico son buenos realizando transacciones cuando sabes lo que quieres, pero fallan en la compra casual. Y ése es precisamente el punto fuerte de Instagram, donde se unen contenido y descubrimiento pasivo al indagar en las fotos de las marcas, convirtiéndose en un nuevo escaparate. De hecho, un estudio reciente sobre el `customer journey´ de los consumidores, realizado por Wavemaker, confirma este dato: el 25% de los consumidores prefiere comprar productos directamente de las marcas que en supermercados o tiendas de terceros. Y hay un hecho más: Instagram optimiza el móvil como fuente de acceso a la compra online y acelera el impulso adquisitivo.
A pesar de que en Instagram Shopping no se puede realizar el pago, sí que es un primer paso para cerrar el círculo entre el descubrimiento de un producto y la compra, al redirigir en un solo click a la página de la marca donde se puede adquirir el producto, y además con una estética que aparenta que continúas en Instagram. Esto apunta hacia un futuro donde Instagram proporciona una plataforma transaccional, lo que la sitúa en la misma liga que aplicaciones como WeChat y Line. En cualquier caso, Instagram Shopping allana el camino a las marcas para reforzar su vínculo con sus seguidores y generar conversaciones entre las marcas y sus consumidores, dirigiéndoles directamente a su sitio web. Snapchat, ¡toma nota! En definitiva, las marcas deberían cambiar su forma de usar las redes sociales, simplemente para compartir sus productos o generar conversación, para empezar a utilizarlas como puerta a la venta de sus productos.
Estas nuevas aplicaciones integran ya la venta nativa fuera del sitio construyendo rutas de compra directa allí donde la audiencia pasa su tiempo. Por lo tanto, requiere una estrategia social donde también están implicados los departamentos comercial, de marketing, de relaciones públicas y de informática y tecnología. Y un último consejo para las marcas: que coloquen al consumidor (y el conocimiento del ‘customer journey’) en primer lugar, muy por delante de la tecnología. Utilizando este tipo de aplicaciones, las marcas podrán publicar rápidamente sus novedades y ofertas. Y si, además, lo acompañan con una estrategia de contenido efectiva, estarán ofreciendo un valor añadido al consumidor.
Por Cristina Gordo, Head of Digital de Wavemaker