Recientemente El Ministerio de Cultura de las Tierras Laponas sacó a concurso la campaña para la gestión, compra y distribución de los regalos navideños, puesto que el Sr. Claus, también conocido como Papá Noel, deseaba jubilarse y abandonar el Ártico para dedicarse a ligar bronce y lindas octogenarias en una bulliciosa localidad playera.
Papá Noel se encontraba mayor para responder al cargo con el brío de antaño, no contaba con las direcciones actualizadas, no entendía los gustos raritos de la gente (por qué pedían un portátil con antivirus y se quejan al recibir un jarabe para la tos, tamaño práctico), y tanto de acá para allá le viene fatal para su ciática.
Por todo ello hace unos días el venerable anciano anunció a los medios de comunicación que el ganador del concurso y, por tanto su sucesor, será Wunderman (Agencia de Marketing Relacional), que se ha alzado ganadora gracias a:
- Sus grandes dosis de Creatividad. Papá Noel no es padre de medio mundo, pero como si lo fuera, por eso ha valorado mucho el trato diferente y mágico que Wunderman ofrece a cada uno de sus clientes.
- Su localización multicontinental. Se ha apreciado mucho el que Wunderman cuenta con sucursales en todo el mundo. El Sr. Claus no quiere que nadie acabe con sus ataques de ciática.
- Su experiencia en la gestión y análisis de bases de datos, y en respuesta multicanal: teléfono fijo y móvil, SMS, MMS, internet, TV interactiva
- Su capacidad de obrar milagros fuera de timing.
- Y a su agilidad y eficacia.
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