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Reinventando la comunicación entre la viralidad y la producción

Reinventando la comunicación entre la viralidad y la producción
Miércoles, 08 de junio 2016

El marketing de influencers cobra fuerza a medida que las marcas se atreven a salir de su zona de confort, sin embargo hay retos que afrontar para salir airoso: mayor profesionalización, altos costes de producción para lograr impactar y adaptación al ecosistema digital.

Cada vez son más las empresas (el último informe que leí situaba la cifra en el 75%) que quieren trabajar con creadores de contenidos digitales y realizar lo que ahora se denomina, Influencer Marketing. Es evidente que se está reinventando la comunicación y que se están haciendo planteamientos nuevos e innovadores, situación que lleva a que cada movimiento se mire con lupa y que hayan desajustes en el desarrollo de algunas campañas. Lo destacable, sin embargo es que día a día la profesionalización es mayor.

Las marcas también salen de su zona de confort dejando de invertir donde saben que tienen un retorno “garantizado” y exploran un mundo que, en ocasiones, es algo caótico y sobre el que la mayoría tiene escasos conocimientos. Por suerte o, más bien, por el buen hacer, los resultados van llegando para las compañías y las inversiones van en aumento, ya sea por acciones puntuales o por estrategias a largo plazo.

Es cierto que los resultados se pueden valorar de forma inmediata, ya que la capacidad de medir las acciones en el sector online no tiene parangón con el offline, pero las empresas tienen que ser conscientes de que las campañas no se resumen en un CTR ni en consumo inmediato. Por un lado, no todo el mundo hace clic en los enlaces que se facilitan, muchos de los seguidores utilizan buscadores para llegar a la web del producto o servicio que se está promocionando, por lo que más allá del CTR, también hay que tener en cuenta el incremento en la curva de consumo desde que se hace la promoción.

Para que los resultados sean óptimos es importante que la elección del influencer sea la correcta, para ello, las MCNs o empresas de representación deben ofrecerle a las marcas o agencias el perfil más afín posible y no el que más seguidores tenga. Además es hora de que las empresas dejen de fijarse en los suscriptores de los canales o lo followers de las redes sociales y más en los resultados de las actividades recientes de los influencers, ya sea la media de visualizaciones de los vídeos del último mes o las interacciones de las publicaciones en sus redes sociales.

No hay que pasar por alto que a nivel digital, estos creadores e influencers, son los líderes de opinión, impactan a un público que no está en otros medios y el engagement y la credibilidad que tienen están casi a la altura de las recomendaciones de amigos y familiares. Esto es su atractivo y personalidad: la forma de comunicarse con sus seguidores y la fidelidad a su línea editorial.

Otro punto a tener en cuenta es que la promoción a través de ellos no solo es viralidad, que también, pero hay que entender que la creación del contenido trae consigo unos costes de producción y que cuando una agencia o marca paga por una acción no puede convertirla a un CPV, o si lo hacen y lo comparan con campañas de True View, internamente deberían sumarle lo que ha costado la producción del anuncio y sacar el coste por visionado del conjunto. Además, en comparación con la publicidad convencional, este tipo de operaciones traen consigo y aportan la credibilidad y el engagement que tiene el influencer con sus seguidores.

La rueda está comenzando a girar más rápido y se tienen que perfeccionar muchos aspectos para realizar un buen trabajo y el camino del día a día sea llano y el viaje placentero. Conocemos el ecosistema de YouTube porque es nuestro core business, ofrecemos desde el servicio de MCN y representación para los creadores, hasta la gestión, planificación, desarrollo creativo y producción de acciones comerciales o la venta de inventario en la plataforma de vídeo de Google, sin olvidar la producción de formatos adaptados al lenguaje y ritmos del sector digital. Hagamos todo un buen uso de los recursos de los que disponemos.

José Leyva, director ejecutivo de BLive, (división digital del Grupo Boomerang TV)


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