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"Un año de guerrillas"

Martes, 17 de mayo 2011

Recogemos el editorial del Anuario de Interactiva que analiza la revolución tecno-sociológica en un momento en el que la plataforma "Democracia Real Ya" echa mano de las redes sociales para convocar a los ciudadanos indignados

El año 2010 no quedará grabado en las retinas del humilde equipo que elabora la revista Interactiva por la explosión del social media, ni por el crecimiento de la publicidad en vídeo y su evolutiva independencia de lo que entendemos tradicionalmente por spot. Tampoco evocaremos estos doce meses por el increíble éxito de los brand days en portales y herramientas, ni por el aumento de inversión online y las consecuencias para el sector digital de la desaparición de la publicidad en TVE. Al igual que no lo recordaremos como el año en que MySpace confirmó su lenta, amarga –y parece que por muchos deseada– muerte comercial como soporte publicitario y herramienta de comunicación de nicho. La conclusión de que “todo es diferente y digital” a lo conocido hasta ahora, bandera de presentación de los grandes certámenes publicitarios, no supone tampoco un epitafio destacable para el difunto 2010, ni sus listas de ganadores, ni que una marca eligiese a su vicepresidente en la puerta de un instituto. Ni siquiera recurriremos a 2010 por el fenómeno iPhone o por el recelo con que los grandes grupos de comunicación están estudiando y analizando el mosaico de microempresas que, poco a poco, como si se tratase de un enfrentamiento de guerrillas, les van ganando terreno y clientes aquí y allá.

 


2010 será recordado en nuestra revista por ser un año en el que las mayores sorpresas no fueron las publicitarias, sino las tecno–sociológicas: un tiempo en el que se han gestado las mayores revueltas populares de hace décadas pero, al igual que ocurre hoy con la digitalización de la publicidad, con un timming apretado y unas consecuencias muy positivas para las nuevas generaciones y otras algo más negativas para los viejos poderes. Obviamente sería un gran error no ir tomando notas de estos sucesos si ustedes trabajan en una marca con fuerte componente digital.

 


Es por esta razón por la que hemos querido hacer un anuario diferente, en el que por cuestiones de ese maldito timming antes mencionado faltan muchos, pero en el que todos los que están han aportado su grano de arena sobre nuestro sector publicitario que, al fin y al cabo, es el campo natural en el que se encuentra Interactiva. Y hemos intentado que nos hablen con libertad de lo candente, de esas nuevas apuestas de negocio; que nos cuenten de qué viven los tradicionales portales que muchos definen como príncipes destronados donde, sin embargo, se buscan nuevos horizontes de conexión con el público. También hemos querido saber por qué algunas de las campañas que más nos han gustado este año eran de agencias con muy poca visibilidad hasta ahora y de qué manera está ganando terreno la gestión de comunidades en Internet...

 


Pero junto a ellos encontramos contenidos elaborados por colaboradores externos a nuestro sector que han estado vinculados a aspectos muy importantes en la Red. Por un lado, el caso Wikileaks, narrado por un periodista que ha sido de los pocos que lo ha vivido en primera persona en nuestro país. A ello se une uno de los más antiguos ejemplos de éxito social en el periodismo digitalizado de nuestro país (sí, antes de Facebook existían foros…) como el protagonizado por Iker Jiménez. Y, cómo no, la controvertida ley Sinde, vista a través de los ojos de Francisco Nixon, músico antes que exitoso blogger y esporádico profesional digital, papel que le une de una manera natural a nuestro soporte.

 


Podrían haber sido muchos más, pero de momento tienen en las manos una buena oportunidad para conocer a pie de calle qué es lo que ocurre en las empresas digitales españolas (independientemente de su tamaño, por supuesto) y qué es lo que está pasando fuera de este entorno en el que los anunciantes siguen ‘queriendo conquistar’ y los consumidores ‘se dejan querer’... Eso sí que no ha cambiado, ni lo hará.


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