Un espeluznante 86% de las mujeres brasileñas han sido acosadas alguna vez en discotecas o bares de copas. Aún así, muchos hombres siguen sin ver el problema: “son unas exageradas”, dicen algunos. Para abrir los ojos a los incrédulos, Schweppes y Ogilvy invitaron a Luisa, Tatiana y Juliana a ponerse un vestido muy especial para salir a disfrutar de la vida nocturna en Sao Paulo. Y es que dicho vestido estaba fabricado con una tela que contenía multitud de sensores capaces de registrar en tiempo real las veces en las que sus portadoras eran tocadas sin su consentimiento. Esta información era enviada vía WiFi a una unidad de control que registró lo siguiente: cada una de las mujeres fue ¡tocada 40 veces a la hora!