“Amo a Laura” es una de esas pocas campañas que recordaremos toda la vida. Salió en 2006, un año después que YouTube, pero parece que fue ayer. De hecho, si, literalmente, la hubiéramos visto ayer por primera vez seguro que nos sorprendería igual. Y es que la campaña era original en la idea y la ejecución, pero también en la estrategia desde el punto de vista del contenido, los medios y las relaciones públicas. Constaba de dos fases:
Un mensaje en el tono de la marca, sí, pero que fue aprobado y financiado por un cliente “con dos co***es”, como suele pasar con todas las buenas campañas. Y, de esta manera, consiguió los resultados que cualquiera busca. La campaña se hizo viral en horas, revolucionó el uso de las redes y nos inspiró a muchos creativos, que la poníamos de referencia a nuestros clientes. Pero, además, fue una de las primeras grandes campañas de contenido en España. La gente la buscaba para verla, la comentaba y la reenviaba. Había contenido audiovisual, de radio, cartelería... De hecho, ganó el Sol de Platino por la integración de medios y formatos. “Amo a Laura” se convirtió en la canción del verano. Los Happiness realizaron actuaciones y entrevistas en programas de televisión... Vamos, todo un ejemplo de buen contenido y entretenimiento. Y eso, desde Bijoux Content, me da muuucha envidia. Y para nada de la sana.