El pasado 10 de septiembre Apple presentó sus nuevos iPhones en la sede de la compañía en Cupertino (California) con toda la expectación que la marca sabe crear entorno a sus nuevos lanzamientos. En esta ocasión tocaba el turno del nuevo iPhone 5S y el iPhone 5C, la esperada "versión barata" de la marca.
El iPhone 5C se lanza en cinco colores chillones, ya que el negro se reserva para la gama "alta". Con pantalla de cuatro pulgadas y cámara de 8 megas, se venderá a 99 dólares (unos 70 euros) más dos años de contrato. Y aquí está "el truco", ya que el precio real dependerá de la estrategia que empleeen las diferentes operadoras. Apple, sin embargo, confía en que sea lo suficientemente atractivo como para entrar en la gama media y competir en el mercado chino. Y es que, aunque Apple ya vende móviles en China, últimamente ha ido a menos y actualmente solo tiene el 4,8% del mercado más importante del mundo.
Por su parte, el iPhone 5S mantiene el tamaño de la versión actual pero estará disponible en nuevos colores (negro, plata y oro). El 5S cuenta con un nuevo procesador el doble de rápido, una cámara equipada con una lente más luminosa y una apertura f/2.2, un vídeo con función de cámara lenta, un mejor sensor y un lector de huellas dactilares en el botón principal del teléfono. La batería dura 40 horas con música, 10 en vídeo y 250 en stand by, es decir más de 10 días. Sale a la venta por 199 dolares hasta 399 con dos años de contrato, según la capacidad del modelo. Sin contrato, su precio será de 699 dólares, en 16 gigas.
Ambos dispositivos saldrán a la venta el 20 de septiembre en EE.UU, aunque en España tendremos que esperar hasta finales de año.
