La digitalización de la moneda despierta curiosidad

La digitalización de la moneda despierta curiosidad
Lunes, 20 de septiembre 2021

La gestión del dinero está cambiando y eso afecta a la banca y a las grandes empresas, pero también a los ciudadanos y a los comercios, con efecto en los mercados.

El pasado mes de julio el Banco Central Europeo anunció que ponía en marcha la fase de investigación del proyecto de un euro digital, proceso que está previsto que dure unos dos años aproximadamente. Lo primero que han aclarado es que no se trata de convertir al euro en criptomonedas. Ya en varias ocasiones el BCE ha criticado el uso de criptoactivos como medio de pago extendido, por eso también insisten en explicar que, en caso de convertirse en una realidad, el euro digital no sustituirá al dinero en efectivo, sino que busca complementar en el ámbito digital las posibles transacciones financieras. De hecho, ha sido precisamente el auge de las criptomonedas, los NFT (Non-fungible token) y demás variantes de criptoactivos, lo que ha llevado al BCE a buscar un instrumento digital seguro como método de pago, equivalente a una moneda física, que además facilite los pagos en un contexto en el que la digitalización está siendo determinante en todos los ámbitos de la vida diaria, incluido el de las finanzas. El proceso de estudio para su puesta en marcha, apenas acaba de comenzar, pero ya es un síntoma de que las cosas están cambiando en la manera de mover el dinero en Europa y en el mundo. La gestión del dinero está cambiando y eso afecta a la banca y a las grandes empresas, pero también a los ciudadanos y a los comercios, con efecto en los mercados. La nota de prensa emitida por el BCE cerraba señalando “los experimentos llevados a cabo hasta la fecha han demostrado que no existen dificultades tecnológicas importantes que impidan emitir un euro digital y que podría diseñarse de muchas maneras”, así que habrá que irse preparando para una más que posible implementación.


 
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