Las nuevas gafas de reconocimiento facial se han puesto a prueba por el cuerpo de policía de Zhengzhou, la capital de la provincia de Henan en China. Equipadas con una cámara capaz de captar las caras de los transeúntes, estas gafas cruzan esa información con la base de datos policial para buscar coincidencias con la lista de sospechosos de haber cometido alguna ilegalidad.
Avances tecnológicos como estas gafas despiertan ya cierta preocupación por la vulneración de la privacidad de los ciudadanos y se teme que puedan empezar a ser utilizados para detectar indicios de disidencia del régimen chino.