Diez escuelas del suroeste de China han implementado una medida que mantendrá a raya a todos sus estudiantes. Se trata de unos uniformes inteligentes, diseñados por la compañía Guizhou Guanyu Technology, que recogen los datos de las entradas y salidas de los chavales y los envía automáticamente a sus padres y profesores. Así, si un estudiante sale del perímetro de su colegio sin permiso, su uniforme activará una alarma. Además, las entradas y salidas del centro están dotadas de un sistema de reconocimiento facial que disuade a los niños de intercambiarse los uniformes para hacer sus fechorías.
Parece ser que este sistema está siendo de lo más eficaz, ya que las tasas de absentismo escolar se han reducido considerablemente. Sin embargo, hay voces que critican la invasión de la privacidad de los chavales, ya que sus pasos son monitorizados también fuera del colegio.
