El 20% de los españoles se implantaría un chip para sustituir al móvil

El 20% de los españoles se implantaría un chip para sustituir al móvil
Jueves, 12 de diciembre 2019

Las principales desventajas de tener un chip serían, en opinión de los españoles, problemas de salud por tener un cuerpo extraño en el organismo (59%), tener que ceder datos personales a terceros (57%) y no poder desconectar digitalmente (53%). Las ventajas serían estar siempre localizable (31%) y no tener que llevar dispositivos físicos encima (30%).

Más de 4.000 personas en Suecia se han implantado un dispositivo electrónico en el cuerpo con el fin de facilitar su vida diaria, muchas veces como sustitutivo de alguna función del Smartphone: pagar en tiendas, acceder al trabajo o validar un billete de tren, entre otras. Está claro que el Smartphone es casi una extensión más de nuestro cuerpo, pero ¿hasta dónde llegaremos?¿Son los cyborgs o transhumanos los ciudadanos del futuro? 

Aunque pueda parecer disparatado, es posible que no estemos tan lejos de ese momento. De hecho, el 20% de los españoles se muestra favorable a implantarse un chip en el cuerpo para disponer de forma inmediata de las funciones del Smartphone. En este sentido, poder almacenar miles de datos (46%), tener una cámara de visión integrada (31%) y contar con un GPS (27%) son las funcionalidades preferidas por los ciudadanos para instalarlas en su cuerpo.

Éstas son algunas de las principales conclusiones que se extraen del informe “Y después de los Smartphone, ¿qué? Ciudadano Cyborg”, realizado por Línea Directa, la aseguradora que está liderando la transformación digital de su sector, con el objetivo de analizar cuál será la siguiente revolución digital tras el Smartphone. 

Ceder a la monitorización a cambio de descuentos

A pesar de que muchos ciudadanos se muestran abiertos a convertirse virtualmente en cyborgs, también señalan las desventajas que conllevaría implantarse un chip. En este sentido, posibles problemas de salud por tener un cuerpo extraño en el organismo (59%), tener que ceder datos de su vida personal a terceros (57%) y no poder desconectar digitalmente (53%) son las principales desventajas señaladas por los encuestados. Por otro lado, estar siempre localizables (31%) y no tener que llevar dispositivos físicos encima (30%) constituirían las ventajas preferidas por los españoles.

Pero las objeciones a tener que ceder datos a terceros se reduce si se obtienen ventajas económicas. De hecho, casi un tercio de los españoles (32%) dejaría que las empresas monitorizaran sus hábitos de vida a través de un chip integrado en su cuerpo a cambio de obtener importantes descuentos en sus productos y servicios

Muchas más dudas despierta la posibilidad de prolongar indefinidamente la vida a través de la tecnología cyborg. De hecho, el 13% de los ciudadanos no son partidarios de hacerlo, por considerarlo “contrario a la naturaleza” y conllevar graves consecuencias sociales. No en vano, el 60% de los encuestados piensa que, de generalizarse la tecnología cyborg, sólo los más pudientes podrían acceder a ella, condenando a los más desfavorecidos a una muerte prematura.  

Más Smartphone, menos capacidades cognitivas

Línea Directa también ha querido testar el grado de dependencia del Smartphone de la sociedad actual, que, sin duda, parece ir en aumento. De hecho, el 21% de los ciudadanos reconoce “sentir ansiedad” si no llevan el móvil encima, hasta el punto de ser capaces de volver a casa a por él. Además, el 30% es incapaz de realizar cualquier actividad durante más de una hora sin consultar su Smartphone. 

Todo ello tiene consecuencias, ya que muchos españoles reconocen que la excesiva dependencia de la tecnología les resta capacidades cognitivas. El 46% de los españoles admite haber perdido capacidades desde que tienen móvil, el 56% no recuerda más de cuatro números de teléfono y más del 50% tendría muchas dificultades para llegar a un nuevo destino sin disponer de GPS. Además, 2 de cada 3 encuestados afirman que su adicción afecta a sus relaciones personales.

Un país de cyborgs

Los territorios más abiertos a la implantación de chips son La Rioja (28%), Andalucía (26%) y Canarias (24%). En el lado contrario se sitúan Navarra (10%), Asturias (14%) y Aragón (16%), donde la mayoría de los ciudadanos lo considerarían “una barbaridad”.


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