El sector STEM ha ganado gran impulso en los últimos años en España, pero, a pesar de su trayectoria positiva, aún tiene un largo camino que recorrer en determinadas áreas, como en la captación del talento femenino. Los datos así lo corroboran, ya que, en España, solo el 16% de los profesionales de este ámbito son mujeres y, según datos del Ranking CYD, del 56% de mujeres matriculadas en estudios universitarios, solo el 36% pertenecen a titulaciones en el ámbito STEM. Margarita Bly, el think tank creado desde la consultora de Hotwire que pretende conseguir la igualdad en la comunicación y en el periodismo científico, tecnológico e innovación, ha vuelto con “Margarita Bly En Vivo”, su serie de encuentros presenciales. La finalidad de estos eventos es reunir a diferentes profesionales del sector donde juntos, comparten y exponen diferentes impresiones y opiniones, además de dar voz a mujeres que pueden llegar a ser grandes referentes para muchas jóvenes.
En esta ocasión, la Universidad Europea de Madrid ha sido el lugar escogido para celebrar su séptimo evento con un público muy especial, en el que han participado como ponentes Esther Macías, directora editorial de Computer World y CIO, Ana García Huerta, consultora de comunicación y contenidos estratégicos, Alexa Diéguez, autora de la revista digital Doubledose.es y Eva Álvarez, CEO de Misstake. El coloquio ha sido presentado por Ludi García, managing director de Hotwire Public Relations, y moderado por Paloma Rodera, doctora en Bellas Artes y profesora del Grado en Fundamentos de la Arquitectura.
“Encontrar trabajo hoy en día es muy distinto a hace unos años. Antes no existía esa preocupación y esa ansiedad cuando terminabas la carrera porque el entorno laboral, tras la crisis de 2008, se ha visto precarizado en todos los sectores. Creo que es una cuestión de actitud el cómo las mujeres nos enfrentamos al arranque de nuestra carrera profesional. Deberíamos ocupar el espacio que nos corresponde sin pedir permiso ni dar las gracias, pero por una serie de indefensiones aprendidas muchas veces tendemos a situarnos en la mesa de los niños o en la segunda división”, ha comentado Ana García. “Eliminar y romper esa primera barrera psicológica que nos ponemos muchas veces nosotras mismas es fundamental, o lo que es lo mismo, deshacernos del síndrome de la impostora. La ambición por aprender y aportar, el deseo de prosperar y la actitud de poner el talento en beneficio del bien común son los puntos de apoyo que más me han ayudado a lo largo de mi carrera profesional”.
A su vez, Esther Macías afirmaba que “al aterrizar en el sector tecnológico hace ya más de 20 años como periodista especializada en este ámbito me di cuenta de que esta industria estaba completamente masculinizada, sobre todo en lo que respecta a puestos de dirección. Afortunadamente, en los últimos años hemos avanzado y actualmente muchas mujeres lideran en España grandes compañías tecnológicas, aunque es cierto que siguen siendo pocas las que dirigen la estrategia de TI de grandes organizaciones. Los medios de comunicación, desde luego así lo vemos en el grupo editorial en el que trabajo, tenemos una responsabilidad para impulsar la diversidad y visibilizar a estas directivas de forma que las jóvenes tengan referentes mujeres en puestos de liderazgo del mundo STEM”.
Por su parte, Alexa Diéguez hacía referencia a la urgencia de que se incorporen más mujeres a las profesiones STEAM e intensivas en digitalización. “Ya no se trata solamente de una cuestión de igualdad real, sino que también lo necesitamos para afrontar con éxito nuestro futuro como sociedad. Es importante que tanto nosotras como las empresas y las instituciones lo hagamos realidad. Todavía es llamativo el porcentaje de debates, seminarios y otros eventos públicos en los que solo hay hombres como voces expertas, incluso en áreas de conocimiento en las que las mujeres son mayoría, como la sanidad. Es el momento de comprometerse para hacer que las cosas cambien”.
Para Eva Álvarez “es necesario revisitar lo que significa el poder para la sociedad. Ese poder históricamente ha estado representado por figuras masculinas y esto ha hecho que algunos rasgos y valores asociados a la parte femenina hayan estado tapados o infravalorados socialmente. Es importante poner en valor socialmente aspectos como la empatía o la escucha activa. Es importante empoderarlos. Por otro lado, nos han implantado los estereotipos de liderazgo masculino y femenino, es el momento de trascender esto y pasar a hablar de liderazgo humanista”.
