10 consejos para evitar la adicción de los adolescentes a las redes

10 consejos para evitar la adicción de los adolescentes a las redes
Lunes, 28 de junio 2021

Reforzar la comunicación con el adolescente, tanto desde la familia como en el colegio, desarrollar actividades saludables que no incluyan estas plataformas y predicar con el ejemplo para establecer límites son algunos de los factores de protección ante los riesgos de adicción que entrañan las redes sociales.

El próximo 30 de junio se celebra el Día Mundial de Las Redes Sociales, un medio que muchas personas utilizan para construir relaciones, expresar sus emociones, gustos e ideas y conformar su propia identidad. Como indican los datos, su uso va en aumento y es clave saber cómo tener un uso responsable y evitar una adicción nada beneficiosa.

Según el informe "Digital 2021" elaborado por Hootsuite y We are social, casi un 60% de la población mundial, son usuarios de Internet, lo que supone un 7,3% más respecto a hace un año. Las Redes Sociales tienen 4.200 millones de usuarios a nivel mundial, lo que representa un crecimiento interanual de más del 13%. En España  son casi 43 millones los usuarios de Internet y los datos indican que emplean una media diaria de 6 horas y 11 minutos navegando por la web. Aunque el número de internautas no ha crecido tanto (0,3% más que en 2019), sí que ha habido un mayor aumento del uso de las redes sociales, con más de 37 millones de personas haciendo uso de ellas, lo que supone un 80% de la población. El 98 % de las personas acceden a ellas a través de dispositivos móviles pasando una media diaria casi dos horas utilizándolas.

El problema está en el abuso que se hace de las redes sociales y la función que cumplen, intentando identificar qué aspectos pueden interferir en la persona o pueden derivar a un problema mayor como la dependencia al juego, a las compras, a las relaciones personales (dependencia emocional), el control hacia otras personas, etc.

Los adolescentes y su imperiosa necesidad de estar en las Redes Sociales 

  • Refuerzo social: Actualmente millones de adolescentes buscan el refuerzo social a través de estas redes, publicando fotos y contenido personal. Estudios llevados a cabo, muestran su poder adictivo y la constante necesidad de refuerzo en ellas. La respuesta cerebral del adolescente, al acumular muchos “me gusta”, se asemeja a la respuesta obtenida de comer chocolate, o ganar mucho dinero.
  • Las redes influyen en el estado de ánimo de los jóvenes. La percepción de disponibilidad continua y el sentimiento de tener que estar siempre conectado y al día de las últimas novedades, está relacionado con sintomatología ansiosa, depresiva y alteraciones del sueño.
  • El riesgo de los desafíos. Cada cierto tiempo aparece un desafío, “challenge” que se viraliza a través de las redes sociales, impactando directamente en los jóvenes, que quieren llevarlo a cabo para así recibir el reforzamiento inmediato de los demás. Han surgido retos que sobre todo están dirigidos a los adolescentes, que al poner en peligro su vida lo viven como algo emocionante y atractivo.

“Factores como la necesidad de gratificación inmediata, la escasa comunicación, la dificultad para tolerar el malestar y la frustración, escaso apoyo familiar y social, baja autoestima, consumo de sustancias, unido la búsqueda del reconocimiento social a través de las redes sociales, están influyendo directamente en el inicio de conductas de riesgo”, indican expertos de la Clínica López Ibor. 

Pautas para reducir la exposición de los adolescentes a las Redes Sociales y evitar una adicción

  1. Establecer límites y normas de uso del móvil. Concretar horarios y condiciones. Tiempo de exposición al día y cumplidas otras tareas de su responsabilidad (estudio, recoger el cuarto…). De esta manera educamos en ver las prioridades y necesidades asumiendo responsabilidades también en el uso correcto del móvil, juegos etc…
  2. Los adultos han de ser el reflejo de los límites de uso.
  3. El uso del móvil y de las RRSS no debe usarse como refuerzo de premio o castigo. Su utilización debe cumplir la función educativa, lúdica, de comunicación correcta pero no debería suponer un refuerzo.
  4. No usar el móvil en la cama, baño, en momentos consensuados de familia o en actividades programadas con familia o amigos.
  5. No utilizar el móvil de despertador. Dejar el móvil en la noche en otra habitación y en modo silencio o apagado.
  6. Proponer actividades de ocio saludable y gratificante y rutinas en hábitos que fomenten la actividad física, la sociabilidad e interacción con su grupo de iguales etc… estas actividades han de tener horarios y espacios concretos que rompan los hábitos establecidos para el uso de las tecnologías.
  7. Mostrar actitud de acercamiento, interesarse por el funcionamiento de las redes sociales, juegos, establecer una guía común de comunicación en los intereses del menor o adolescente con las tecnologías… Bloquear o limitar contenidos o usos y argumentar con ellos.
  8. Establecer consecuencias ajustadas y cumplirlas si no se cumplen las condiciones de uso pactadas.
  9. Fomentar la comunicación y en general en el ámbito familiar. Fomentar la expresión emocional, compartir el día a día, estimular y fomentar la creatividad, aprender y enseñar mecanismos de regulación emocional y gestión de la frustración…
  10. Pedir ayuda a profesionales cuando se tengan dudas o se muestren reacciones adversas difíciles de controlar cuando la situación esté suponiendo ya un problema de conducta.

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