La tan esperada llegada de Disney+ a España se produce en un momento único. Los españoles están buscando estos días, posiblemente más que nunca, nuevas formas de entretenimiento y la llegada de este nuevo canal es accidentalmente muy oportuna.
Para Disney, sin embargo, la verdadera presión será la de conseguir ganar y mantener el interés de millones de potenciales espectadores. Y mientras la gente está inevitablemente pasando más tiempo frente a la pantalla del televisor, las plataformas de streaming que no ofrezcan un servicio y producto de calidad estarán condenados al fracaso.
La creación de contenidos de calidad y los catálogos más populares tienen un precio muy alto. Será una cuestión de tiempo hasta que alguno de los grandes jugadores, como Netflix, introduzcan publicidad para reforzar sus arcas, y creemos que la entrada de Disney+ acelerará este proceso de forma significativa. Esto nos lleva inevitablemente a un enfoque "freemium", que debería ser mutuamente beneficioso tanto para el consumidor, como para el anunciante y la plataforma.
