Desde mi humilde campo de visión, más estrecho de lo que me gustaría, se dividen los que celebran su llegada y los que la abominan. Y como quejarse es asqueroso, yo le canto el 'celebration time cmon’. Lo cual, no quiere decir que no surjan dudas por el camino, pero tengo un plan.
El caso es que la peña está dormida, no piensa, no siente, y si se nos va el volante, vamos a acabar en la cuneta de la anestesia, y allí, no habrá quién se resista a apagar el cerebro. Y nadie quiere eso, a menos que seas un dictador, claro. Tenemos el privilegio de que alguien pague por que la gente vea lo que hacemos y la IA es claramente un motor imparable que nos hará ser más rápidos, listos y fuertes.
Mi plan es meterle mano para construir mejor, defendiendo y difundiendo todas esas cosas a las que puede llegar el ser humano cuando su corazón y cerebro van en una dirección: hacer de este mundo un lugar más humano. Ya que la creatividad es una mansión en la que nunca faltan camas para saltar, piscinas que nadar y jardines en los que jugar, invitémosla a quedarse. Joder, todo esto suena bien, pero… ¿cómo obligar a un hijo a que sea como quieres sin que te salga punk? O nos hacemos colegas o estamos perdidos.
