Egipto, un caso de estudio

Miércoles, 16 de febrero 2011

ReadWriteWeb reflexiona sobre las consecuencias del corte de Internet en Egipto. Las fórmulas para burlar el bloqueo no se hacen esperar...

El pasado 29 de enero nos despertamos con la noticia de que el gobierno de Egipto había cortado Internet por completo, al igual que las redes de telefonía móvil. ¿Cómo puede reaccionar un país sin Internet? se preguntaban en ReadWriteWeb.

 

 

ReadWriteWeb reflexiona sobre las consecuencias del corte de Internet en Egipto

 

 

La respuesta ya la sabemos a estas alturas. Con el gobierno de Mubarak derrocado, y en plena etapa de transición, hemos sabido que en los días anteriores al bloqueo de Internet, cuando el descontento se vertía en las redes sociales y éstas servían como foros de expresión y puntos de encuentro para organizar movilizaciones, desde el proveedor estatal de telefonía e Internet se vigilaba la actividad de los usuarios. Esto le ha sido posible al gobierno egipcio gracias a la tecnología prestada por la compañía estadounidense Narus. De esta manera Telecom Egypt, el proveedor estatal de Internet y telefonía del país, facilitó la tarea de cortar el acceso a la web y a las redes móviles de los ciudadanos el viernes pasado. Antes, sin embargo, utilizó los equipos proporcionados por Narus para monitorizar el tráfico en tiempo real. En ese tiempo de cortes, en los que incluso los viajes por tren fueron suspendidos, y para burlar la censura la gente ha utilizado desde el fax hasta emisoras de radioaficionados, pasando por el acceso a Internet a través de conexiones dial-up, que se sirven de números internacionales para funcionar.

 


Egipto se ha convertido por lo tanto en el primer y único país que corta totalmente Internet a su población, demostrando el poder que tienen los gobiernos (y las multinacionales) sobre la información y su flujo. Sin embargo, hay formas de escapar, como por ejemplo mediante las redes que no dependen de una entidad. Estos son siete ejemplos de redes populares. Openet, parte del proyecto open_saling. Su objetivo es crear un Internet civil alejado del control de los gobiernos y de las corporaciones; Netsukuku, que ha surgido del grupo italiano FreakNet MediaLab. Ha sido diseñado para crear una infraestructura distribuida y anónima compuesta únicamente de tarjetas de red wireless comunes; OPENMESH, un foro creado por el inversor Shervin Pishevar para acoger a voluntarios interesados en la creación de redes, destinado a lugares en los que sea complicado el acceso a Internet o esté sometido a un control férreo, bastión de la dictadura es el router; Daihinia, un proyecto comercial que ofrece un software que, básicamente, convierte un PC con Windows en un repetidor gíreles; Digitata, un sub-proyecto de la propia Openet centrado en ofrecer acceso de red wireless a las zonas rurales de África.

 


Junto a ellos, desde ReadWriteWeb se alude también a Freifunk, que ofrece información y recursos a proyectos de este tipo. En su página web hay una lista de redes locales de todo el mundo, desde Nepal hasta Uruguay. Y si Freifunk también está desarrollando un protocolo de enrutación B.A.T.M.A.N. (Better Approach To Mobiel Adhoc Networking), una alternativa al viejo protocolo OLSR, nuestro soporte colaborador arroja otros dos nombres: Wlan ljubljana y nodewatcher, como redes que se están expandiendo desde sus lugares de origen.


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