La nueva imagen recupera el tradicional sello de calidad de San Miguel, formado por una espiga en su parte central que traslada al inicio de la marca en 1957. Este distintivo representa la calidad de San Miguel que, además, se refuerza con los tonos dorados de la nueva imagen.
El cambio viene acompañado de una renovación completa en el material PLV. Nuevas copas, jarras, servilleteros y materiales novedosos diseñados para el relanzamiento de forma especial.
Además, las nuevas instalaciones de barril cambian tanto en diseño como en forma de utilización, ya que cuentan con un sistema denominado tres posiciones que facilita el tiraje de la cerveza.
Durante todo el año 2008 San Miguel potenciará la comunicación de su nueva imagen a través de campañas de publicidad, promociones y visibilidad en los puntos de venta.