El grupo disfrutó de la experiencia que proporciona un simulador de paracaidismo dentro del cual, y mediante varias hélices que generan viento a una velocidad superior a los 250km/h, se tiene una sensación similar a la de la caída libre tras saltar desde un avión en paracaídas. Acompañados de varios profesionales pudieron realizar por triplicado esta experiencia cuya duración fue de dos minutos. Además, y para controlar que nada fallara, fueron previamente sometidos a una revisión médica y a una sesión teórica en la que se les explicó con detalle la actividad.
Para completar la jornada, compitieron entre ellos en uno de los circuitos de karts más grandes del mundo.
Para Tiago Machado, director de La Vida es Bella en España, la tendencia de los viajes comerciales y de negocio apunta cada vez más en esta dirección, la de la realización de experiencias originales, que hacen de ellos momentos inolvidables.