Kellogg’s lanza su nueva campaña digital, "Los mejores días empiezan con el desayuno", para realzar el valor de las personas y su trascendencia en la producción local de sus cereales de desayuno. Así, a través de cuatro capítulos que cuentan las historias reales de David, Eva, Albert y Susana, Kellogg’s nos acerca a la realidad del cultivo y la producción de los cereales de desayuno. Ellos representan a miles de personas esenciales que cada día ofrecen su trabajo para que lleguen alimentos de origen local con excelente calidad a la mesa de millones de consumidores.
Personas esenciales como los elementos esenciales de la naturaleza: tierra, agua, fuego y aire
En línea con el compromiso de Kellogg’s con la naturaleza, cada capítulo lleva por título el nombre de un elemento natural. Así, el primer capítulo, "Tierra", lo protagoniza David Vila, agricultor arrocero del Delta del Ebro. Cuenta su pasión por el campo desde niño y los beneficios para los agricultores y la biodiversidad del programa Kellogg’s Origins en este parque natural. El segundo, "Agua", relata la historia de Eva Pla, técnica del cultivo del arroz del IRTA y colaboradora del programa Kellogg's Origins, que nutre a los agricultores de conocimiento como el agua nutre la tierra, conectando ciencia con agricultura y sociedad para aumentar la productividad de los cultivos y a la vez generar un impacto positivo en el entorno. El protagonista de "Fuego" es Albert Roch, director de la fábrica de Kellogg's en Valls, que narra cómo desde su lugar de origen lleva trabajando más de 20 años para la marca; horneando, tostando y cuidando cada etapa del proceso de cocinado de los cereales de desayuno. Por último, en "Aire" es Susana Miralles, responsable de calidad y seguridad alimentaria en la fábrica de Kellogg's, quien se pone ante la cámara para contar cómo, tras más de 25 años trabajando en la compañía, sigue apasionada por garantizar un alimento delicioso de alta calidad y esforzándose por innovar y mejorar los alimentos cada día.
Además, Kellogg’s refuerza la comunicación del valor de su producción local a través de otro vídeo protagonizado por una curiosa niña que se pregunta dónde empieza su desayuno de cereales Choco Krispies. En apenas un minuto se describe el viaje que hace un grano de arroz desde el campo hasta la mesa de millones de familias. Este viaje comienza en los campos de arroz en el Delta del Ebro, una de las zonas arroceras más importantes de España ubicada apenas a 100 kilómetros de la fábrica de Kellogg’s en Valls. Es aquí donde los granos de arroz se cuecen, se tuestan, se recubren de cacao y se envasan. Desde donde se distribuyen a toda España y a cerca de 30 países europeos y de Oriente Medio.
La directora de marketing de Kellogg’s en Iberia, Alba Lage, explica que según los estudios de mercado que realizan regularmente, es creciente la tendencia que da valor a la producción local: “los españoles tendemos a elegir marcas que son de aquí porque generalmente pensamos que los productos locales son de mejor calidad, más saludables y además ayudan a la economía del país. Con esta campaña queremos contar que desde hace décadas nuestros cereales Choco Krispies están hechos en nuestra tierra, con cereales cultivados aquí, y así conectar con nuestros consumidores”. Además, Alba hace énfasis en que los protagonistas son personas auténticas que desde hace años forman parte de esta historia: “esta campaña se centra en historias de personas reales que son esenciales para la marca en nuestro día a día y vinculándolos a los cuatro elementos de la naturaleza, destacamos la importancia del cuidado del planeta en la producción de nuestros alimentos de origen vegetal”.
10 años de Origins en el Delta del Ebro
La campaña coincide con el año de celebración del décimo aniversario del programa Kellogg’s Origins en el Delta del Ebro, una iniciativa de promoción de la agricultura sostenible cuyos beneficios son tangibles a nivel económico, social y medioambiental en la región. Gracias a la formación y el apoyo de Kellogg’s, las parcelas participantes en Kellogg’s Origins han incrementado la producción un promedio del 17,8% con respecto a la media del Delta del Ebro, lo que supone un incremento del beneficio económico medio de 353€ por hectárea cultivada. Actualmente, cerca de 100 agricultores participan activamente en el programa, que arrancó en 2013 con un grupo de 16 pioneros. Además del beneficio económico, las medidas incorporadas para proteger y promover la biodiversidad están consiguiendo mejoras en el paisaje, flora y fauna del Delta del Ebro al incorporar márgenes florales, árboles autóctonos, lirios amarillos en los márgenes de las parcelas, hoteles de insectos y nidos para aves migratorias; medidas que facilitan el equilibrio del ecosistema del parque natural.
