"Dame un like, payo"

'Dame un like, payo'
Viernes, 24 de enero 2020

"La realidad es que eran el vehículo perfecto para vender de nuevo el mismo caballo viejo relleno de mataduras". Así nos explica el CSO de Singular Solving la decadencia de los "likes" y la ruptura de un sistema que nació con fecha de caducidad.

Ahora resulta que las marcas se han dado cuenta de que los “likes” no son una métrica fiable de la efectividad de su inversión publicitaria en redes sociales. De hecho, con el fervor del converso y la furia del que se tiene que hacer perdonar algo, abominan de ellos y predican prudencia con las redes sociales.

Personalmente, creo que se dieron cuenta desde el minuto uno de que aquello era un ‘bluff’ enorme.

La realidad es que eran el vehículo perfecto para vender de nuevo el mismo caballo viejo relleno de mataduras. No hay nada que la gente que está en un negocio en abierto declive disfrute más que otra oportunidad de vender lo mismo dando otra capa de pintura. Uno de mis libros favoritos de negocio de todos los tiempos es ‘Freakonomics’. De él aprendí que los incentivos mueven el mundo.

Toda la cadena tenía incentivos para creerse la narrativa: los directores de marketing querían sonar ‘aggiornatos’ y recuperar el favor del consejo. Las plataformas querían recuperar el dinero de sus inversores. Las consultoras querían vender sus servicios a los anunciantes, que estaban hartos del lento declinar de las mecánicas (sota, caballo y rey).

Pero claro, ignoramos a los clásicos. A Gossage, en concreto: “La gente solo le presta atención a lo que le interesa. Algunas de esas cosas son anuncios”. El modelo está completamente roto, como el colapso y los profit warnings no están haciendo sino confirmar. Y las RRSS no van a rescatarlo. Han sido el proverbial azúcar en el motor: le ha proporcionado unos kilómetros más a cambio de destrozar lo que quedaba de manera irreversible.


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