El fenómeno ClubHouse o cómo conectar conversando

El fenómeno ClubHouse o cómo conectar conversando
Miércoles, 24 de marzo 2021

Si 2020 fue el año del audio, este promete ser el año del audio… en directo. En los últimos meses ClubHouse se ha convertido en la red social de moda, y eso que en el ecosistema se cuentan otra veintena de aplicaciones de ‘social audio’ que buscan hacerse un hueco.

Pero, ¿qué tiene ClubHouse para estar en boca de todos? Para empezar, su acceso exclusivo vía iPhone y por invitación. El FOMO (fear of missing out) es un arma irresistible para el marketing y ClubHouse lo utiliza a la perfección. Su origen como juguete de emprendedores de Silicon Valley y los cameos de celebrities alimentan esa ilusión de lugar “en el que hay que estar”.

Hay, sin embargo, otros factores más cercanos: el placer de conversar, de escuchar e intervenir en charlas en tiempos de pandemia, sin necesidad de acicalarse y sentarse frente a una cámara. ‘Entrar’ en Clubhouse es lo más parecido a ir de corrillo en corrillo sin que nadie pregunte quién eres, pero con la posibilidad de dar tu parecer si así lo consideras. E incluso compartir conversación con personas que admiras con las que jamás habrías imaginado coincidir. Todo en tiempo real y, en teoría, sin grabaciones. Lo que ocurre en ClubHouse se queda en ClubHouse.

Con unos 10 millones de usuarios en el mundo -datos estimados de febrero, porque la cifra va como un tiro-, cualquiera puede abrir una ‘sala’ pública o privada para hablar con el primero que ‘pase’, oportunidad que resulta refrescante. Eso sí, también hay zonas oscuras, como los problemas para controlar discursos o conductas inapropiadas, el uso que harán de tus datos -y los de todos los contactos, a la que das acceso a cambio de poder encontrarlos luego en la red- y las conversaciones, que, aunque en teoría no pueden ser grabadas por los usuarios sí lo son de forma temporal por ClubHouse como medida de prevención ante posibles abusos.


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