Ayer se celebró en París el juicio contra la ONG Attac por las protestas que llevó a cabo el pasado mes de diciembre en tiendas de Apple, a la que acusa de evasión fiscal. El caso ha quedado visto para sentencia, que se dará a conocer el próximo 23 de febrero.
“Es un escándalo que Attac esté en el baquillo de los acusados y no Apple, que continúa practicando una evasión fiscal masiva”, declaraba indignado Dominique Plihon, portavoz de Attac. Además, aseguraba que las protestas fueron simbólicas y pacíficas, y sólo pretendían presionar a Apple para que pagase la multa de 13.000 millones de euros que le impuso la Comisión Europea (CE) por las ayudas ilegales que recibió en Irlanda.
La multinacional tecnológica, por su parte, ha pedido que se prohíba la entrada a sus tiendas a los miembros de Attac durante tres años, y que se les imponga una multa de 150.000 euros si violasen esa norma.