Nomofobia, epidemia digital del s.XXI

Nomofobia, epidemia digital del s.XXI
Lunes, 06 de mayo 2013

Activos, vivaces e hiperconectados, el 53% de los usuarios españoles han caído en las garras del mayor enemigo de la era digital: la nomofobia.

Lo usamos como despertador, para mantenernos actualizados, comprobar el correo y comunicarnos, los smartphones ya forman parte de nuestras vidas como un miembro más de nuestra familia, sin embargo, lejos de simplificarnos la vida y hacerla más cómoda, el 53% de los usuarios ya son víctimas de la adicción que viene aparejada de los avances tecnológicos: la nomofobia.

El término fue acuñado por los ingleses, "No mobile-phone phobia", un trastorno de la ansiedad que se caracteriza por provocar angustia al perder el móvil, olvidarlo en casa, apagarse por falta de batería ó incluso quedarse sin cobertura en un momento determinado.

Tanto es así, que la cifra de personas "adictamente" dependientes al uso de los dispositivos móviles aumenta año tras año, según un estudio internacional llevado a cabo por Lookout, confirma que el 74% entra en pánico al perder de vista su teléfono, mientras que solamente un 7% de los usuarios reconoce sentirse "un poco mareado".

Al contrario de lo que podríamos pensar, en caso de pérdida lo que en realidad les preocupa a los consumidores es el precio en vez del contenido y la información personal que almacenan, sólo un 29% de ellos declara su preocupación en caso de pérdida de contenido personal, y fotografías, entre otras cosas.

Los datos confirman la necesidad de revisar constantemente los smartphones, ya que el 58% de los usuarios no pueden pasar más de una hora sin echar un vistazo a su teléfono, y lo revisan 34 veces a lo largo del día como mínimo.

Si además, sumamos la cama como el lugar favorito, seguido del baño, durante la comida y conduciendo, la adicción aún parece intensificarse.

Los psicólogos insisten en la necesidad de autocontrol, según Marina Dolgopol, “La clave es aprender a controlarse, desprenderse del móvil de forma gradual, afrontar de forma aislada las sensaciones y pensamientos negativos derivados de este padecimiento como pueden ser las crisis de pánico”.

Si bien es cierto, el smartphone es un medio que le da seguridad a los usuarios, y en el momento en el que no tienen acceso a él, aumenta su nivel de nerviosismo incidiendo directamente en el descenso de concentración, por lo que es importante intentar hacer un uso eficiente de los dispositivos lejos de las horas de comer, respetando las horas de sueño y los momentos que compartimos con otras personas, ya que la tecnología forma parte de nuestras vidas y está a nuestro servicio, pero nunca llegará a sustituirnos.

Recogemos los datos más relevantes de la mano de esta infografía realizada por Lookout: 


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