Poker y marketing, una relación de éxito

Poker y marketing, una relación de éxito
Viernes, 27 de noviembre 2020

El póker es mucho más que un simple juego de cartas. No se trata de un mero juego de entretenimiento, sino que traspasa a otros ámbitos de la sociedad. De acuerdo con determinados estudios, el póker es uno de los aliados más sólidos de las técnicas de marketing. Esto es, que el póker puede ser un recurso perfecto a la hora de elaborar determinadas acciones promocionales y de comunicación. Es más, aquellas personas que conocen los entresijos de este juego son capaces de desarrollar determinadas técnicas y habilidades que contribuyen a mejorar su potencial en su trabajo.

No es un estudio aislado o de un organismo o fundación desconocido. La relación entre póker y marketing viene dada por un análisis de los prestigiosos economistas Thomas John Miles y Steven Levitt. Ambos estudiaron la relación que se establece entre las habilidades que desarrollo un buen jugador de póker con su rendimiento en otras facetas, en este caso económicas, pero extrapolables al marketing o la comunicación.

El póker es un juego de cartas, pero el tener o no éxito sobre un tapete verde no está estrechamente relacionado con el azar, como sucede con otros juegos. La ruleta, por ejemplo, depende de la suerte en un elevado porcentaje. Esto no sucede en el póker, donde la suerte ocupa un bajo porcentaje. El póker requiere de unos importantes conocimientos del juego, de saber leer las estrategias de los adversarios, de elaborar un planteamiento que conduzca al éxito, de saber tomar decisiones de manera rápida y de gestionar de manera correcta unas cuantas emociones, las cuales pueden llevarnos a que esa estrategia sea adecuada o contraria a nuestros intereses.

Por consiguiente, todas esas habilidades que debe mantener un buen jugador de póker pueden trasladarse a una persona que desempeña algunas tareas de marketing o comunicación; mucho más si en esa persona se dan ambas circunstancias, de ser un profesional de ese sector y ser además un conocedor de este juego de cartas. De acuerdo con ese estudio, ambos economistas indicaban que aquellas personas que adquirieras este tipo de habilidades aumentaban su rendimiento hasta en un 30 por ciento; e indicaban que en el póker había más influencia de la psicología que del azar. ¿Entonces que puede aportar el póker al marketing y comunicación?

Ágiles, emociones y digitales

En primer lugar, lo que ya aventuraban en este estudio. El tener esas habilidades creativas y de cierta agilidad a la hora de plantear una estrategia durante una partida son técnicas que pueden implementarse en otros sectores. Es decir, si conseguimos ser creativos y ágiles en una campaña de comunicación, se conseguirá llegar mejor al usuario, de una manera más directa y aumenta el porcentaje de tener éxito. En el póker sería imponerse al adversario. Esta situación nos dirige a otro aspecto a considerar en esta relación estrecha entre este juego de cartas y este sector. En el póker, el éxito no está garantizado incluso ni teniendo una buena combinación de cartas.

Hay otros muchos elementos que valorar a la hora de ganar esa partida (las emociones, la estrategia, la respuesta de los rivales…); y esto viene a suceder cuando se plantea una campaña promocional. Que ésta tenga influencia en el usuario no es ni mucho menos seguro. Puede que el mensaje y la forma de comunicarlo sea perfecta, pero no se hayan tenido en consideración otros aspectos que rodea al consumidor. Aspectos quizá banales, pero que tienen una gran importancia, desde a qué hora les llega ese mensaje, si ha sucedido algo relevante en la sociedad o no, si la competencia hizo esto o aquello… la atmósfera que rodea al usuario es muy cambiante y eso influye en el momento de hacer marketing.

Por consiguiente, ¿cómo podemos convencer al usuario? Lo que viene a ser, ¿cómo podemos ganar a nuestro adversario incluso teniendo una combinación de cartas no muy favorables? El punto principal es centrarse en nuestro objetivo, y que serían vender ese producto y ganar nuestra partida. Y para ello hay que saber convencer al usuario o incitar a nuestro rival de mesa a tomar decisiones equivocadas. Para ello, es fundamental saber tocar las emociones y esto no viene explicado ni en los libros de póker ni en los relacionados con el marketing y comunicación. Sí, hay teoría, pero se necesita mucho de práctica antes de saber cómo atraer a los usuarios hacia nuestra campaña. Por este motivo, muchas estrategias buscan diversificar planes en función de grupos de usuarios con el objetivo de acabar teniendo éxito. Y sí, en el póker también es recomendable tener un plan alternativo. Recuerden el primer punto: ser creativos y ser ágiles. Anticiparse es determinante en el póker y en el marketing.  

Igual que el póker ha crecido de manera desmesurada en los últimos tiempos, lo debe hacer alguien que se dedique al marketing. En ambos sectores, la tecnología tiene mucho que decir. En el póker porque ha permitido que se pueda jugar desde cualquier dispositivo y a cualquier hora del día; el poder jugar en cualquier partida allá donde podamos acceder al carecer de valor las distancias físicas, entre otras novedades tecnológicas. El póker es el rey de los juegos online. En el marketing sucede lo mismo. Ahora mismo, un usuario recibe numerosas campañas promocionales, con lo cual, además de anticiparse es importante conocer a fondo sus gustos, sus compras, sus preferencias… toda aquella información que podamos reunir con el objetivo de ofrecerle algo que verdaderamente le cautive al primer intento. Las empresas, de hecho, están invirtiendo mucho dinero en programas que aporten el mayor conocimiento posible de sus clientes.

Finalmente, el esfuerzo y no desanimarse resulta clave en el póker y, por supuesto, en el marketing. En ambos sectores se requiere de ser constante, de aguantar una carrera de fondo. De primeras es complicado tener éxito, hay que cumplir con la famosa curva de aprendizaje. Se irán puliendo defectos o perfeccionando virtudes que nos acaben por conducir a plasmar con éxito nuestra estrategia. Y sí, lógicamente, en un porcentaje pequeño hay que tener suerte. Nunca está de menos contar con el azar a nuestro favor, porque siempre ayuda, tanto en el póker como en el marketing.


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