Zorraquino ha lanzado su nuevo informe "Metaverse Trends", en el que analiza las principales estrategias empresariales que las grandes marcas están poniendo en marcha en el metaverso. Más de 50 casos reales, diez tendencias y un análisis que invita a la reflexión para analizar las oportunidades de futuro que estos mundos altamente inmersivos ofrecen a compañías y consumidores.
"Metaverse Trends" se presenta como una nueva guía para contribuir a que las empresas acierten en el desarrollo de productos, servicios y experiencias ante una tendencia con un crecimiento explosivo, en la que resulta clave no quedarse atrás para actuar ante un futuro ya no tan lejano. “En un contexto como el actual, en constante cambio y evolución, es imprescindible conocer y entender los nuevos entornos que afectan a las alianzas y modelos de negocio, los sistemas de comunicación, la presencia digital, las estrategias de promoción y los marcos legales y económicos”, explica Miguel Zorraquino, Director y Fundador de Zorraquino.
Activadores globales
La transformación digital, que ya irrumpía con fuerza, se establece como uno de los principales motores de cambio derivados de la pandemia. Una situación que, sin duda, ha beneficiado la puesta en marcha de los metaversos. Estos nuevos entornos se desarrollan ahora en un contexto mucho más tangible y realista, permitiendo a las empresas allanar el terreno para dar el salto con ciertas garantías de éxito en un futuro.
Estamos ante un momento de transición. Hemos superado el límite de las pantallas hacia experiencias digitales que pretenden convertirse en una alternativa al mundo físico de la mano de otras tecnologías emergentes; quizá menos conocidas por compañías y consumidores, que comparten espacio en estos nuevos entornos altamente inmersivos. Así, la Web3, la tecnología Blockchain, apoyada en el auge de las criptomonedas y los NFT, la realidad virtual y el Internet 5G refuerzan las posibilidades y oportunidades de las compañías para explorar nuevas vías de inversión y modelos de negocio. Una serie de activadores y dinamizadores que determinarán la próxima, ya no tan lejana, sociedad de consumo y nuestro papel como clientes en la misma.
Sentir el metaverso
Más allá de la vista y el sonido, comienzan a surgir nuevos dispositivos capaces de estimular todos los sentidos. Estos gadgets, en su mayoría originarios del gaming, se han convertido en un aliado imprescindible para elevar la experiencia en estos entornos. Nuevos avances tecnológicos que, gracias a la inversión de grandes players, serán cada vez más accesibles y favorecerán la inclusión y la independencia digital de aquellas personas con limitaciones en la realidad física.
De navegar a crear
Artistas, diseñadores y creadores de contenido encuentran en el metaverso un sinfín de oportunidades para exponer su creatividad al máximo nivel. Sectores como la moda o la arquitectura comienzan a ganar especial importancia, desafiando todas las barreras de la realidad física. Ya es posible explorar metaversos repletos de territorios personalizables, estructuras de lujo y avatares mimetizados que llenan de vida y personalidad estos nuevos entornos.
En este sentido, el avatar cobra especial protagonismo como elemento identificativo. La posibilidad de crear alter egos con características físicas e intelectuales, que no tienen por qué estar ligados a la realidad, abre un nuevo debate sobre la importancia de dinamizar estas experiencias y conectar los mundos virtuales de manera coherente, sin caer en los errores del mundo real.
Aislarse para socializar
Los metaversos se presentan como el escenario perfecto para descubrir nuevas actividades inmersivas que favorezcan la socialización humana fuera del mundo físico real. Todavía dominada por lo exclusivo y excepcional, la tendencia camina hacia la construcción de entornos inspirados en nuestro día a día, mucho más naturales y corrientes, adaptados a nuestras rutinas de trabajo, socialización y ocio. Tras los metaversos, somos las personas las que interactuamos, creando códigos y sistemas para conseguir nuevos espacios virtuales que nos hagan sentir como en casa.
En este sentido, las compañías se enfrentan al reto de descifrar los nuevos comportamientos de los consumidores – ahora avatares – en estos mundos y discernir sus gustos y hábitos entre el mundo real y el virtual. Un auténtico sistema de experiencias multisensoriales, aún con todas las opciones posibles por explorar.
Territorio sin ley
Como en cualquier territorio asociado a la vida real, la inmersión en el metaverso puede llegar a generar amenazas. Ante cualquier confusión o infracción, será imprescindible proteger tanto a usuarios como a marcas e intermediaros que puedan ver peligrar su presencia en estos mundos. No obstante, del mismo modo, todos los actores involucrados en el metaverso deberán tener una serie de responsabilidades y normas de conducta que garanticen la estabilidad y una correcta convivencia virtual.
La generación de avatares e identidades requiere una especial supervisión para la protección de datos y vulneración de derechos y se plantea como uno de los grandes retos del metaverso, que tendrá que establecer códigos éticos y una “metajurisdicción” propia para la regulación de sus espacios y usuarios.
Asimismo, la creciente preocupación medioambiental ha generado debate en torno al impacto del metaverso en la sostenibilidad y su compatibilidad con los ODS. Aunque es evidente que aumentará significativamente el volumen de datos, se espera que las oportunidades de interacción que ofrecen estos espacios, compensen gran parte de las emisiones en otros ámbitos de nuestra vida (turismo, desplazamientos, conciertos, consumo...).
Estamos ante un contexto que, si no está libre de leyes, se acoge a las normas digitales que se aplican a Internet, necesita una estricta regulación que contemple todas las situaciones delictivas que se producen en el mundo real.
