La clave está en evolucionar al ritmo al que lo hace tu audiencia, y eso implica salir de algunas estrategias tradicionales que ya no resuenan.
Gastar miles de euros en publicidad cada mes puede parecer una inversión, pero si no logras captar la atención y establecer una conexión auténtica con tus clientes, deja de ser una inversión para convertirse en un gasto. Las mejores campañas de marketing son las que cuentan historias.
Mira la última campaña de McDonald’s: "El pedido más esperado". La percepción de baja calidad era su gran barrera de compra. Por lo que contaron cómo los agricultores y ganaderos participan en la creación de sus hamburguesas durante seis meses. Una historia que desmontó prejuicios y generó empatía.
Mahou, consciente de que su audiencia más leal estaba en Madrid, cambió su logo por el nombre de la ciudad y adornó las etiquetas con historias. Conectaron con la identidad de la audiencia y demostró que es una parte de nuestra cultura.
La Sirena, tras invertir millones de euros en publicidad, hizo una campaña en la que el CEO llevó a un influencer a acompañarlo al Polo Norte para comprar el mejor salmón. Generó una percepción de calidad sin precedentes.
Quieren ver historias auténticas. Con aciertos, errores y cómo los corriges. Quieren la verdad. Si quisieran ver un anuncio, encenderían la televisión. Pero esa era ya ha quedado atrás.
